lunes, 23 de febrero de 2009

De las emociones: “el miedo”

Imagina que es de noche y estás en la cama y oyes un ruido extraño, y ¿qué haces? ¡Te tapas con la sábana! ¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sábana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡chuta, por favor, no jodas!
¿Y cuando te da por mirar debajo de la cama? ¡Mira que ya estás grandecito (a)! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien, fantástico.
¿Se imaginan que un día nos encontrásemos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?: “Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?, a veeer... hay que ganarse la papa, ¡pero hombre por amor a Dios! Salga de ahí que se va a torcer del frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusa y tanto acaro. Máteme en la cama, que estará más cómodo”.

Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que recogen la ropa después del lavado no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un hombre ahí?

Otra situación: Oyes un ruido raro en casa y te levantas, todo pendejo (a) y temblando, en ropa interior o pijama, y preguntas: '¿Hay alguien ahí?'. ¿Pero qué te crees, que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, se dé gusto sacándote la puta, te viole y te mate (y no precisamente en ese orden)

Otra situación: Vas en un auto y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuese meteoro en el match 5 (pero sin meteoro ni match 5), y tú ahuevado o aovariada (¿?). ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la manija de plástico que hay encima de la puerta.
Ya se puede estampar ese hijueputa si quiere, que tú vas cogido (a) de la manija de plástico ( PENDEJO (A)!!!)... En esta situación lo que hacen las madres es agarrarse al bolso y ponérselo delante, como si fuese un airbag (bolsa de aire, cholo…sí, tú, cholo!!).
¿Y cuándo vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltas también las manos del manubrio. Eso es. Pero, ¿qué crees que va a pasar? ¿Qué vas a salir volando como E.T.?

Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo.
Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy bien bien bien! Eso es, da más datos. ¡Chucha Lanza una bengala!.

¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a asaltar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un asaltante, pensará: “Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué puta noche llevo'. Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa, que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares? (No jodas)
El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño: 'Brramb'. ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor. (Señora le tengo una noticia: también nos afecta la gravedad!!!)

No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si por ejemplo hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tiene problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un celular en modo vibrador.
Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacia ti y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo, quedarse quieto.
Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta: gritar. Claro que sí, muy lógico. Si estás friendo alguna carne y se te enciende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco: '¡QUE SE QUEMA LA CAAARNEE!!', y si viene otro (a) pendejo (a), se une a ti con sus gritos: '¡¡SE TE QUEMA LA CAAARNEE!!!', pero ¿qué pretenden? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Por favor!

Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo. Ahora que para eso se debe ser demasiado pendejo (a)

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