La llegada de D

D durmiendo...al fin

En los últimos meses han pasado muchas cosas en mi vida, entre ellas la llegada de D, si bien nació en Septiembre no lo conocí hasta inicios de este año, si bien no me gustan los niños, verlo produjo una cadena de sentimientos que aun ahora no puedo describir...al menos no de manera clara y entendible, lo cual es muy extraño en mí, su llegada no sólo alegró la vida de sus padres, en cierto modo salpico de positivismo la mía, además, en cierta forma, ahora me siento responsable de hacer de este un mundo mejor, siento la necesidad de no dejar de pelear. La primera vez que lo vi fue todo un descubrimiento y desde la profundidad de su mirada sentí un ligero reclamo por haber tardado en ir en su búsqueda, al observar sus ojos que brillan y curiosean siento que todas las respuestas están dentro, su madre quién es técnicamente mi hermana me ha pedido que sea su padrino, aun no entiendo bien como funciona eso de ser padrino, pero entiendo que oficialmente seré co-responsable de su formación, no sé si lo pueda hacer bien, pero es una aventura que estoy dispuesto asumir con el mayor amor del mundo, y hoy lo quiero presentar en el infiernillo, quizá D nunca lea todo esto, es posible que para cuando tenga conciencia su tío-padrino-coach se haya sensibilizado y no sea el rebelde que soy ahora, es posible que me vuelva mas salvaje y haga a D un salvajito, algún punto bueno tendrá de ser así. Estas pequeñas lineas nacieron como un "hoy aprendí que", pero la entrada de D en mi vida es demasiado importante como para relegarlo a una esquina, D me enseñó que aun hay esperanza, desde que está en mi vida el mundo se ve menos en la mierda, la gente luce menos falsa y un cambio de verdad aún puede alcanzarse.

Por otro lado D me recordó las 3 cosas que sólo un niño puede enseñarnos:

1.- ponerse contento sin motivo

2.- ocuparse horas con algo simple

3.- exigir con todas sus fuerzas aquello que desea

Con D en nuestro primer paseo