Crónica de Perú, la guía, los paseos y el regreso.

Querido (a) lector (a)

imagine por un momento que usted nace en una de nuestras ciudades latinoamericanas (la que sea) imagine que desde joven usted va a la escuela, luego al colegio, el supermercado, etc, etc, imagine, también, que desde temprana edad empieza su mundo laboral y debe salir de casa al trabajo y viceversa, ¿lo imagina?, fácil, ¿verdad?...ahora imagine que después de todo usted no conoce las calles, y no me refiero al nombre, me refiero a que usted no conoce como ubicarse, para donde es el norte de la ciudad o para donde es el sur, ¿puede imaginarlo?, ¿no?...pues si usted, mi estimado lector (a), no puede imaginarlo quiere decir que es una persona normal, que sabe ubicarse moderadamente bien o al menos lo básico en una ciudad en la que ha crecido, pero, si usted se pudo imaginar el cuadro presentado y, además, no puede ubicarse, ni sabe para donde es el norte, usted es como nuestra guía. Resulta que durante la estancia en el taller decidimos salir a distraernos un poco, para ello contamos con la ayuda de una compañera que se ofreció acompañarnos a comer algo, mis sospechas sobre su brújula dañada iniciaron cuando después de caminar 3 cuadras nos dijo que ella nos estaba siguiendo, ella fue la culpable de que caigamos en ese chifa, el cual solo tenia de chino que la comida era una autentica tortura china, después de varias vueltas decidimos decirle que si a lo que nos diga pero consultar el gps, o mejor aun lanzarnos por nuestra cuenta, quizá si la hubiésemos seguido mas tiempo estaría escribiendo desde las lineas de nazca, o desde aquella isla donde están los de lost. Debo admitir que la última noche que estuvimos en lima se lució, nos llevo a un restaurante bastante llamativo, con buena comida, buen vino y lo mejor de todo: en linea recta desde y hacia nuestro hotel.

Conocer lima es conocer parte de nuestra historia, me atrevo a decir que lima y quito podrían ser hermanas mellizas, la arquitectura, el diseño colonial de sus calles es un hecho que salta a la vista y más aun cuando se la recorre desde los buses turísticos de dos pisos, lo notable radica en que lima quizá está dando pasos mas largos en cuanto desarrollo, el buen trato hacia las personas con capacidades diferentes es evidente desde pequeños ascensores en restaurantes hasta aceras con amplias rampas, hemos pasado tres días muy buenos, recorriendo sus calles, visitando sus parques, plazas y monumentos, lo único malo fue que durante toda la semana fuimos a la misma discoteca, que falta de creatividad, pero ahí entro al rescate nuestra guía, para evitar que me corte las venas con un destapador.

después de 6 días en un taller altamente productivo, después de haber paseado y después de haber conocido gente super interesante y maravillosa, me tocaba volver, y no quería, hay cierto sabor amargo cuando uno ve todo lo que quiere y luego tiene que dejarlo hasta una segunda oportunidad, el mismo sabor del ERU y el retorno a un lugar donde cada día me desperdicio mas, un lugar donde al menos aún no puedo explotar todo mi potencial, pero todo esto me da fuerza para seguir persiguiendo esa meta, cada taller, cada curso, cada viaje...me acerca un poco más.