¿Saben ustedes de qué viven las joyerías?... del sentimiento de culpa, porque hay tipos que ponen los cuernos... y como luego se sienten mal, acaban comprándole una joya a su pareja. Y es que eso de que el amor es el sentimiento que mueve el mundo no es verdad... Lo que mueve el mundo es el sentimiento de culpa.
—¿Tú a quién quieres más: a tu papá o a tu mamá?
Y como todavía no te han crecido pelos en las axilas no piensas, «¡Qué carajo...!». Y sueltas:
—A mi mamá.
Y se monta una...
—O sea, que no quieres a tu papá... ¿No te da pena?
Y te pasas toda la noche angustiado, imaginando que tu padre se suicida dándose cabezazos contra el televisor o bebiendo aceite para auto. y tú te pones a rezar: «Por favor: que no se suicide mi papá, que no se suicide mi papá... que mañana dan dragon ball».
Un día te emborrachas y pierdes hasta el apellido, le vomitas el carro a un amigo... ¡Y aunque tú no quieras te sientes culpable!
—Manuel (nombre protegido), no me encuentro bien... ¿Tienes una fund...? ¡Boooooarjjj! (vomitas) chuta, hermano, perdona, me siento fatal.
—Chucha, Carlos, que el carro no es mío, es de mi papá.
—Deja, Manuel, no intentes animarme, me siento igual...
—Don José, nunca me he pedido una baja, cuando se murió mi padre, lo enterré en domingo para no faltar y gano tan poco que tengo la nevera vacía...
Pero tu jefe, que te ve venir, contraataca:
—Hombre, Gutiérrez, parece mentira: ha tenido diez años para pedirme el aumento y elige justo un momento en que la empresa está en crisis, estamos en medio de una fusión y mi hijo se ha quedado en cinco... y además, no se queje, que yo a mi padre lo tengo sin enterrar desde hace dos meses esperando a que la empresa se recupere.
En ese momento te sientes tan culpable que te dan ganas de decirle:
—Perdone, don José, si quiere me llevo a su padre y lo meto en mi nevera... Así la lleno.
—Cielo, baja tú la basura que tengo acidez.
¿Qué tendrá que ver? Es como decir: «Cielo, toca tú la guitarra que yo tengo caspa».
Esto es lo que hacemos los hombres, pero lo de ellas es terrorismo emocional. Cuando quieren conseguir algo de un hombre... ¡lloran! porque saben que eso nos desarma, si ella quiere ir a ver la última de Russell Crowe, nunca dirá: «¿Vamos a ver la última de Russell Crowe?», no... eso no es femenino, ella espera a que te sientes en el sofá con la colita y las zapatillas... y cada vez que la miras pone cara de José Luis Perales, hasta que le dices:
—¿Te pasa algo, cariño?
—Nada...(referencia en un post anterior)
—Mujer, como tienes esa cara...
—¿Y qué cara quieres que tenga, si ya no me quieres?
—Oye, pero ¿por qué dices eso?
—Pues porque ya no salimos nunca, ni al cine, ni a ver películas de Russell Crowe ni nada.
En ese momento sientes como el gusanito de la culpa crece y crece hasta convertirse en Godzilla (culpadzilla)... Y te sientes el miserable más grande del mundo mientras ella llora hecha un ovillo en el sofá... Así que le dices:
—ok cariño, que se jodan los documentales, vamonos ahora mismo al cine, sólo te pido un favor: ¿nos podemos llevar al padre de mi jefe que lo tengo en la nevera y me da cosa dejarlo solo?
lol...!!!
ResponderEliminarjajajaja... terrorismo emocional??? eres un chuchaAaAaAa!!! jajajaja