domingo, 12 de septiembre de 2010

La ingenuidad de los infalibles

Cuando era pequeño era muy inocente, demasiado inocente, cuando ya tuve más edad y más tiempo recorrido me di cuenta que usaba inocente como eufemismo para tonto…pero inocente me terminó gustando más, recuerdo que a la vuelta de mi casa en una calle poco transitada siempre jugaban indor (la versión tercermundista del futbol) y yo iba a ver a mis tíos quienes jugaban ahí y no iba porque me gustara aquel deporte, sino porque ellos fueron como mis padres y aprendí mucho, quizá algún día lo cuente…sino que importa igual no se van a enterar, ya déjenme contar que se me va la idea, resulta que yo iba y dentro de mi inocencia les preguntaba:

-Tío ¿en qué equipo estás?
-atlético muertos de hambre
-y ¿son los buenos o los malos?
-uy…malísimos

A esa edad no entendía como alguien podía estar feliz de estar en los malos, si a los malos nadie los quiere, ni las tortugas ninja, que aun con armas filosas nunca hacían sangrar a sus enemigos, a esa edad para mí el mundo estaba en blanco y negro.
En otra ocasión sucedió que estaba ayudando a mi tío a cavar un hueco en el patio, no recuerdo para que, y se nos hizo de noche, entonces mi tío puso unas tablas sobre el hueco y dijo que continuábamos mañana, inmediatamente le pregunté que para que ponía esas tablas si igual mañana seguiríamos cavando y me dijo que era para que no se pasaran los chinos, luego tomo un globo terráqueo que tenía en mi habitación y me indico que mediante ese hueco los chinos que están al otro lado se podían pasar, recuerdo que aquella noche no dormí por cuidar que no se pasen los chinos, al día siguiente mi tío me encontró con sueño y al contarle lo ocurrido se echo a reír a carcajadas, así de tierno llegué a ser, al recordar esto y caminar por la bahía y por el centro me doy cuenta que quizá hubo más gente cavando esa noche porque es increíble cómo nos hemos llenado de chinos…pero yo no falle y cuide aquel hueco.
Y es que así son los infalibles: ingenuos, a veces tiernos, me costó años lidiar con aquella máxima de no poder fallar, que ahora que lo pienso, que manía con ser como una pluma bic, en mi adolescencia y gracias a excelentes maestros aprendí que es menester equivocarse y que, de hecho, si nunca la cagas es porque no haces lo suficiente, eso me ayudo a crecer, pero darse cuenta que es malo ser infalible cuesta y, generalmente, quienes no nacen para pensar están condenados a ser infalibles toda su vida, y aquí pasa algo muy extraño y es que eventualmente quienes rodean al infalible saben que la esta recontracagando pero el infalible ni se inmuta, el infalible “sabe porque hace las cosas” y “todo lo hace con un motivo”…con el tiempo aprendí el verdadero significado de esta frase y ahora soy más cuidadoso y respetuoso al utilizarla, afortunadamente dejé de ser infalible.

-capitán que por ahí hay un arrecife y el barco se puede joder
-yo sé porque hago las cosas
-capitán es que no lo entiendo
-No necesito que me entiendas, solo sigue navegando
Al rato
-capitán nos hundimos está entrando agua
-no seas idiota que no nos hundimos nada, lo que pasa es que tenia calor en los pies y le hice esa abertura para tenerlos mojados y fresquitos.
Y es que un infalible no aprende, porque como nunca falla ya piensa que no tiene nada mas que aprender…

Por eso estimado (a) lector (a) aunque sean los mismos 5 que me leen siempre, el primer paso para un infalible es escuchar a los alrededores, yo recuerdo que una vez alguien me dijo: “si tienes líos con todo el mundo, el problema eres tú, no todo el mundo”. Entonces si alguien te dice:

-señor usted se acaba de caer bien feo, venga y lo reviso
No le digas:
-noooo es que así me bajo yo para mantenerme despierto.

El segundo paso para un infalible es levantarse, separar las piernas a la altura de los hombros, llevarse las manos a la cabeza, inclinar la cabeza un poco hacia abajo, abrir ligeramente la boca y decir: CHUCHA, LA CAGUÉ!!!

Equivocarse es hasta saludable, hace que no te creas la gran guayaba madura, que tus coidearios sientan empatía y pongan más esfuerzo en apoyarte, renovar ideas, y quizá lo que es más importante para algunos: no quedarte solo.

En cambio no equivocarse o no admitir un error es bastante perjudicial, porque siempre pensaras igual, siempre te verán como “el tipo que cree que no falla pero tiene metida la pata desde el vamos”, tendrás dudas existenciales que algunos mal intencionados asumirán como falta de sexo y vivirás bastante preocupado riendo mucho menos.

Un error muy común entre los infalibles es que aún cuando se dan cuenta de su error, lo manejan de una forma que parezca un acierto, aquí el engaño solo es para el infalible, porque los demás saben la realidad, pero el infalible se hizo amigo de Alicia y se fueron juntos tras el conejo para que el sombrerero le dé una idea mágica que utilizará como argumento y así mantendrá su honor de infalible.

Ha ce años leí en un mural una frase que decía: “lo importante no es llegar primero, sino ganar juntos”, me gustó mucho y la aplique en mis labores, y la adopte como algo propio que me servía para impulsar el trabajo desde mi posición, así nació el “todos o nadie” con el cual hoy en día una sarta de giles se llenan la boca sin saber ni entender las implicaciones de aquella, ahora, trillada frase. Eso me lleva a la tercera cosa que debe hacer un infalible: confiar en su equipo, comunicarse con su equipo, de pequeño recuerdo que aun cuando las tortugas ninjas individualmente podían sacarle la puta a cientos de enemigos, era cuando se comunicaban y trabajaban en equipo que lograban vencer al villano de turno, entonces si unas tortugas pudieron hacerlo…pienso, humildemente, que con mas de 4000 años de evolución un grupo de humanos podrían hacer maravillas…y sin ser ninjas.

La estrategia es algo tan antiguo como la mugre, pero jamás he sabido de civilización alguna donde solo uno maneje toda la estrategia, y es que es estúpido, imaginemos que el gran día D (desembarco de Normandía en la segunda guerra mundial, para los no terrícolas que me leen) lo hubiese manejado un solo gil…hubiera sido un desastre, afortunadamente para las fuerzas aliadas hubieron generales, comandantes, capitanes que no eran infalibles que sabiendo los errores cometidos armaron entre todos una buena estrategia, que si bien no fue impecable, fue muy buena dentro de los parámetros militares, lastimosamente hay gente infalible que confunde inactividad con espera, conformismo con estrategia y aun cuando tienen las herramientas a su alcance para lograr su cometido prefieren esperar a ver qué tal.

Algo muy curioso con los infalibles es que a menudo tienen adjetivos ya sean propios o por parte de su círculo, pero ellos con esa habilidad de voltear las cosas de negativas a positivas sin el engorroso trabajo de retroalimentación, aceptación del error, corrección del error, evaluación de la mejora, logran cambiarlo para su beneficio o cuando menos para poder dormir bien por las noches, por ejemplo: si hay un infalible que se llama José y le dicen débil, hábilmente se pondrá: el fuerte José, si es el cobarde Emilio, hábilmente se pondrá: el valiente Emilio, si es Pedro el conforme, se pondrá…bueno ustedes ya saben cómo se pondrá.

Si yo fui capaz de darme cuenta de esto de seguro gente más recorrida y con más experiencia también se darán cuenta, que no es malo cometer errores y que si se está acompañado los errores incluso pueden ser hasta graciosos…por supuesto, la mayoría en retrospectiva

“una alegría compartida es doble alegría, una pena compartida es solo media pena”

1 comentario:

  1. Hola, a riesgo de ser considerado spameador me permito invitarte a participar en el Festival de blogs de Global Voices: Festival de blogs: Ecuador, Internet, sociedad y participación.

    Mas info acá: http://es.globalvoicesonline.org/2010/09/13/festival-de-blogs-ecuador-internet-sociedad-y-participacion/

    Saludos,

    Cati

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