¿Se han fijado en que la mayoría de los villancicos que cantamos no tienen ningún sentido?
Por ejemplo: «25 de diciembre, fun, fun, fun». ¿Alguien me puede explicar esto? Pues lo canta gente formada: abogados, catedráticos, ejecutivos... Incluso el Rey de España.
Y luego hay un enigma. Porque, vamos a ver: se supone que ellos iban en burro... y cuando llegan, en el portal, hay una mula y un buey...y después… ¿Dónde está el burro? ¡Ha desaparecido! Aquí hay algo que no encaja... Me falta un burro o me sobra una mula, ¡chucha! Si esto está para el especial navideño de expedientes x
¿Y los Reyes Magos? ¡Unos irresponsables! Atención al villancico: «Ya vienen los Reyes por aquel camino, ya le traen al Niño sopitas con vino». Muy bien, a un niño de pecho... ¡sopitas con vino! ¡Claro, y luego un cigarrito...! claro si no es de extrañarse que de adulto solo se rodeó de putas y delincuentes.
Pero es que el Niño tenía a quién parecerse, ¿eh? Porque el padre a la mínima decía eso de «Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar...». Pues nada, que allí bebía todo dios.
Creo que no hace falta hablar de los peces... Todo el mundo sabe lo que pasaba en ese río... Es voxpópuli que «beben y beben y vuelven a beber...».
Y luego hay algunos que son el goce de las fiestas, como ése que dice: «En el portal de Belén hay estrellas, Sol y Luna...». no jodas, eso no se lo cree ni el pastorcito mas pluto del portal. Estrellas, Sol y Luna a la vez... Pero luego sigue: «Hay estrellas, Sol y Luna, la Virgen y san José y el Niño que está en la cuna...». Otra cosa no sabremos, pero que el Niño está en la cuna... No dirás que no tenemos información sobre este tema... Ahí sí que hay información puntual, como en la CNN.
Aunque con esto de la cuna también había cierto descontrol. Escuchen: «Campana sobre campana, y sobre campana una. Asómate a la ventana, verás al Niño en la cuna». ok, está en la cuna. En la segunda campana: «Asómate a la ventana, verás al niño de Dios». Muy bien, no tengo nada que objetar. Pero es que luego dice: «Campana sobre campana, y sobre campana tres. Asómate a la ventana, verás al Niño nacer». Un momento: si el niño estaba en la cuna en la primera campana, ¿cómo va a estar naciendo en la campana tres? ¿Qué pasa, que vamos hacia atrás...? ¿Qué chucha es esto, un villancico de navidad o volver al futuro? ¡Pues no quiero pensar lo que se verá en la campana ocho...!
Está claro que cuando cantamos villancicos no pensamos en lo que decimos, porque si lo pensáramos... Por ejemplo, ese que dice: «La Nochebuena se viene, tururú, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos, tururú, y no volveremos más». ¡Y no volveremos más! Pues qué buena vibra para ser Nochebuena. Y esto lo cantamos con mucha alegría. Nos vamos a morir, ¡sí chucha! Pero contentos...tururú
En fin, que menos mal que esto de los villancicos es sólo una vez al año.
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