sábado, 23 de febrero de 2013
Un comienzo intermedio
sábado, 1 de diciembre de 2012
El chuchaqui moral y yo...
viernes, 10 de agosto de 2012
El hola eterno
martes, 24 de enero de 2012
Insomnio
Este episodio de mi vida se llama: i’m back baby
Es impresionante la cantidad de cosas que pasan por la mente de una persona que no puede dormir, desde el desesperante tic tac del reloj de la sala que tu juras puedes escucharlo incluso desde el baño, todas las cosas que has hecho y que, de algún modo, juras que ahora las podrías hacer mejor, episodios pasados, conversaciones pendientes, temas tratados, gente y más gente, lo curioso del asunto es que en el día ni se te ocurre pensar en nada de eso y al final terminas recordando cuando tenías un blog y cuan catártico era escribir…y aquí estoy.
Una de las cosas que más recuerdo son aquellas conversaciones con aquellos personajes que en su momento llenaron el espacio de figura paterna, un espacio tan importante, según los psicólogos, que de no llenarse correctamente me fallaría la terraza, terminaría practicando deportes demasiado violentos, tendría tendencia a saltar de lugar en lugar, tendencia a reacciones violentas, problemas con la autoridad, no sería pilas y un montón de notas más…exceptuando lo de pilas, en lo demás acertaron, pero a mi que chuchas si así soy feliz y los que me vengan con tonteras se pueden ir a la… ejem…ok, el asunto es que si bien mi padre ha sido, es y posiblemente será el gran ausente en mi vida, he tenido la suerte de contar con personas valiosas que han aportado con lo mejor a mi formación, aunque muchas veces no les fue muy bien.
Cierto día mi abuelito me dijo que a una mujer no hay que entenderla, sólo quererla…en aquella época esa frase estuvo lejos de mi entendimiento, pero ahora, años después lo entiendo tan bien que cada vez que veo que Ella llega tarde con su sonrisa de oreja a oreja y sus ojitos brillantes sé que estoy jodido con tremenda impuntual, jodido pero contento. Incluso cuando discutimos por algún tema que no me dijo, pero jura que si me dijo y aun cuando le pruebo que no me dijo me sigue diciendo que si me dijo la primera vez que me dijo y que incluso dijo dos veces lo que dijo porque dijo que no le estaba tomando asunto, incluso ahí, recuerdo las palabras de mi abuelito…y aunque me cabreo (algo muy usual dada mi paciencia espartana) me alegro de tener a alguien que me puede llevar del amor al odio y otra vez al amor en unos cuantos minutos…y con unos cuantos besos de por medio.
Son tantas las cosas que me han enseñado y que poco a poco cobran sentido que si me pongo a escribirlas todas no tendría material para revivir este blog, así que actualizando: este 2012 ha empezado flojito flojito, pero de a poco parece que se pone interesante, he conocido gente increíble, me he hecho tuitero (dizque) @charlie_ec, ahora práctico paintball, sí un deporte violento como los psicólogos dijeron que sucedería, pero me gusta, tengo a alguien en mi vida que me alegra los días, las noches y espero que pronto una que otra madrugada, parece que al final después de la tormenta viene la calma, pero quienes medio me conocen saben que odio los días calmados.
Ah! Está lloviendo y eso me pone de un humor especial, y ahora tengo la nota de aprender a surfear.
domingo, 9 de octubre de 2011
Desacelerando
Este episodio de mi vida se llama: análisis
Hace poco una gran amiga me dijo: “espero que algún día empieces a ver a las personas como seres con emociones y sentimientos y no como simples objetos para tu diversión”.
En el momento no le di importancia y lo archive como tantas cosas que nos dicen o decimos a lo largo del día, pero al final en el recuento de lo vivido, escuchado, visto y aprendido me queda el mal sabor de estar perdiendo la perspectiva, que tal si tiene razón, que tal si en cierto punto he empezado a despersonalizar a quienes me rodean y he dejado de verlos como humanos perfectamente imperfectos, debo admitir que dentro de mi saco de errores y defectos está, invariablemente, la tendencia a medir a todos bajo mis principios y la arrogante concepción de una regla de comportamiento, al final solo me siento un imbécil más del grupo de imbéciles que alguna vez, lejana en mi memoria, juré combatir.
En los últimos meses muchas cosas han cambiado, he sido golpeado de maneras que no había imaginado o creído posible, al menos no para sentirlas en mi piel, he recibido noticias malas, he debido tomar rutas alternas para alcanzar mi norte, he aprendido variaciones en el concepto del amor, el desamor y la indiferencia, he ganado experiencia de todo ello, se han dado cambios trascendentales y he caminado por un sendero que, aunque quiero, siento que no voy a poder deshacer, he perdido y ganado batallas, he huido a conflictos que en su momento sobrepasaron mi capacidad de respuesta, he ganado guerras, me he enfrentado a rivales gigantes y, de alguna manera mágica, ahora son mis aliados y quizá en algún punto del futuro pueda decir que son mis amigos, mi concepción de muchas cosas ha cambiado de manera drástica, he vivido cambios, cambios que no busqué, cambios que por varios años viví rechazando y que al final, por una acción ajena, terminaron alcanzándome.
Infantilmente pensaba, o me gustaba pensar, que el mundo tenía muy definido lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, lo claro y oscuro, me gustaba pensar que el lado bueno debía siempre prevalecer, supongo que eso nos venden en cada historieta y en cada película, cuesta acostumbrarse a la idea que hoy por hoy el mundo, para mi, se pinta de un hermoso color gris, con sus notas de colores en algunos lugares, sus partes sombreadas en otros lugares, escala de grises en algún punto del horizonte, pero gris.
Es bastante frustrante que con toda la capacidad de la que hago alarde me tenga que detener para ver cosas tan obvias, en principio pensé que era porque soy un tonto con suerte, pero la suerte al final no existe y me resumo como un tonto que va rápido…demasiado rápido, ese afán de alcanzar mi norte me ha hecho que avance por la vida y por las experiencias a velocidades demasiado altas, me estoy perdiendo el sabor de las cosas, de lo bueno, de lo malo, no basta con resumir un mundo gris y seguir…es importante entender porque, al menos para mi, adquiere ese tono. Es importante poder sentir las derrotas porque solo así se puede tomar nota para alcanzar la victoria, es importante sentir el sabor metálico y dulce de la sangre porque es una perfecta manera de recordar que a pesar de tanta maravilla, aun se es humano, son importantes muchas cosas que pasamos por alto y es muy importante saber cuando simplemente desacelerar.