lunes, 11 de octubre de 2010

Vanidad...

Tener el cutis graso es una pesadilla, en especial en una ciudad tan caliente como Guayaquil, yo, al igual que muchas personas, sufro de cutis graso, el asunto es: ¿Qué hacer?

En el mercado existen cremas, lociones, paños y un sinfín de cosas que, si quisiera probarlas todas, debería empeñar hasta mi casa, afortunadamente siempre hay gente que sabe, y como el que sabe sabe nada mejor que preguntar, en ese punto las mujeres son una valiosísima fuente de información, ya podrán olvidarse de poner las direccionales, ya podrán olvidarse de donde dejan los lentes, podrán olvidarse de la cartera, podrán olvidarse las llaves, podrán olvidarse hasta del novio, pero lo que jamás olvidarán son los menjurjes, mascarillas y truquitos de belleza, así que puesto a la tarea de encontrar una forma eficaz (y barata) de controlar el cutis graso, le pedí consejo a una amiga

El asunto es que para controlar un cutis graso no se necesita de mucho esfuerzo, no hay truco mágico, ni siquiera un extraño proceso de fisión o fusión nuclear. Para mi asombro solo se necesita: avena, agua y limón…y por supuesto una cara.

Una vez puestos a la tarea, solo es mezclarlo todo y listo, primero poner la cantidad correcta de avena, que te preguntas cuanto será, recuerdo que mi amiga dijo que lo necesario para una cara, entonces los calvos se la ponen hasta la nuca que es donde se les acaba la cara, ok entonces yo le pongo una taza de avena, luego de eso le pones agua y empiezas a mezclar hasta que se haga una masa, que luego uno piensa si esto fuese corn flakes y en lugar de agua leche, quedaría muy bueno, una vez obtenida la mezcla debes agregarle limón, en este punto ya como que te sientes perdido, que hacemos, ¿le ponemos el limón entero?, ¿se lo ponemos en rodajas, como los cocteles?...por razones fisiológicas y de facilidad de manejo es mejor exprimir el limón, una vez terminada la mezcla toca ponérselo en la cara, una vez puesto sientes como la cara se va poniendo dura y como, desde la mesa, se sonríe de forma burlona el señor que sale en la funda de avena quaker, lo miro fijamente y le digo: “viejo de mierda, ríete porque me veo ridículo, pero no soy una imagen en una funda”.

Para quitarte eso solo tienes que lavarte la cara con agua tibia y solucionado el problema, extrañamente se siente la piel mucho más suave, menos grasosa y es en ese preciso momento donde entiendes porque diablos se reía el man del quaker, y es precisamente que esa cara tan sanita la tiene gracias a la avena que él mismo promociona.

Agradecimiento especial a Mayra por el consejo y la idea de este post.






Fotografia de la (susodicha) avena quaker, para mis amigos de otros paises y los dos que me leen desde el espacio exterior.

1 comentario:

  1. mira no tenía idea!! a que las barras energéticas quaker quitan las arrugas...ya te contaré!

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